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Pensar en estructuras sostenibles está bien, pero pensar en el conjunto del edificio está mejor. La sostenibilidad en el sector de la construcción gana terreno a pasos agigantados, y la filosofía de trabajo Cradle to Cradle, orientada de la “cuna a la cuna”, es el mejor ejemplo. Como secuela del glosario de conceptos clave en construcción sostenible, dedicamos a hablar de ella y de todas las ideas que se derivan en el marco del Máster Internacional en Construcción Circular.
Aunque parezca contradictorio, la filosofía Cradle to Cradle en el sector de la construcción se basa en romper con el concepto de reciclaje, pues no hablamos de un material eco, o de materiales que tienen una vida útil muy larga. Con Cradle to Cradle hablamos de un ciclo infinito de vidas útiles. Al fin y al cabo, tan solo tenemos que fijarnos en la naturaleza porque es una copia de ella. Se trata de un ciclo continuo de trabajo. En torno a ese concepto empezamos a hablar de economía colaborativa y, por lo tanto, a montar todo un sistema de trabajo a nivel industria que siga sus pasos.
Ya lo decía Xavier Aguiló, Profesor del Máster Internacional en Construcción Sostenible y circular, hay que montar edificios como si fueran ordenadores.
Hay que pretender que toda la construcción entre dentro del ciclo de la economía circular y que, de alguna manera, podamos contribuir a que todo edificio nuevo que se haga sea siempre a partir de los residuos de los otros o de reutilizar los materiales que no se quieran utilizar.
Si somos capaces de modificar edificios para que tengan múltiples usos en su vida útil esta adaptación tiene que ser siempre de un modo poco disruptivo. Es decir, no hay que derruir edificios para hacerlos nuevos.
En este sentido, como decíamos, tenemos que hacer un edificio como si fuera un ordenador.
Todo esto hay que llevarlo a cabo desde la fase de diseño. Imaginad que diseñamos un edificio sencillo de cuatro paredes. Si sabemos que en un futuro vamos a tener que ampliar el edificio, y que aumentaremos la distancia o la longitud en una fase 2, la pared coincidente deberíamos diseñarla modular para poder más adelante poder desplazarla. De este modo, ya estaremos consiguiendo que tengas más de una vida útil. Así hay que entender los edificios: como obras variables. El reto sin duda es desentender el concepto eternidad.
Como decíamos, no se trata de minimizar el daño al final del ciclo, reciclando los productos sin una estrategia previa establecida. Principalmente porque no podemos seguir fabricando productos pensando en un solo ciclo de uso y desecharlos luego, o reciclarlos con una pérdida sustancial de calidad o con procesos complicados. Esta idea alude al concepto infraciclar.
Lo que propone este nuevo paradigma el cual abandera la filosofía Cradle to Cradle es reformular el modelo y atajar los problemas desde su concepción. Como ya hemos comentado, esto implica diseñarlos supraciclando, es decir, previendo las siguientes vidas útiles del edificio. La palabra reciclar no atiende al valor que se le está dando.
Cradle to Cradle Certified es un estándar de calidad reconocido globalmente que gestiona Cradle to Cradle Products Innovation Institute (C2CPII), una entidad independiente y sin ánimo de lucro. La certificación evalúa productos de acuerdo a criterios de economía circular, como son el perfil de salubridad, el potencial de ciclabilidad o el uso de energía renovables.
Para que un producto sea certificado como Cradle to Cradle debe reunir:
• Salud del material. Deben ser saludables y químicamente estables. Estos deben ser reutilizables. •
Reutilización de materiales. Es decir, que elimine el concepto de desperdicio y diseño para una reutilización continua.
• Energías renovables. Así potencian las operaciones con energías limpias y renovables.
• Gestión del agua. Con el objetivo de proteger y administrar el agua como un recurso valioso.
• Equidad social. Debemos apoyar los mecanismos humanos y naturales.
Para que nos entendamos, el Material Passport es como el DNI del edificio: un pase vital para saber exactamente cómo convertir un edificio modular en un banco de materiales para un proyecto (o los que estén por venir).
En la construcción tradicional, los edificios se construyen, se usan y se demuelen. Pero en la construcción circular los edificios se planean para ser deconstruidos. De esta manera, con Cradle to Cradle no trabajamos con el concepto residuo porque todo lo que contemplamos en la construcción circular está integrado en nuestro planeta como nutriente biológico o dentro del siguiente edificio como nutriente tecnológico.
El Material Passport crea una información en torno a un edificio con todas esas cosas que son ciclables. También indica los kilos de nutrientes biológicos y tecnológicos, explica en qué lugar de la obra están y, sobre todo, cómo debemos deconstruirlos para mantener el valor económico de esos materiales. Se trata pues de un documento esencial consultable por todos los integrantes del proyecto.
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