Ejecución de obras de hormigón armado

Cuando proyectamos una estructura, debemos tener en cuenta el concurso de muy diferentes disciplinas y gremios. Por ello es indispensable tanto el dominio de la propia especialidad como el conocimiento de las demás partes implicadas. Solo así es posible proyectar de forma óptima evitando imprevistos y atrasos.

En la fase de diseño, el proyectista debe pensar en aquella estructura que mejor satisfaga las necesidades planteadas en el programa del edificio. A su vez, esta estructura en su fase de construcción, recibirá las interferencias de los demás gremios que deberán tenerse en cuenta.

Igualmente en la fase de construcción el responsable de la obra debe conocer las múltiples interferencias de los distintos procesos que conforman el proyecto. Lo que parece un proceso directo, construir aquello que se ha diseñado y queda reflejado en el plano, no siempre es sencillo. Para llevarlo a cabo será necesaria la convivencia de múltiples oficios y trabajos auxiliares. Frecuentemente éstos, pueden entorpecer y ralentizar el buen avance de la obra, siendo responsabilidad del quien construya una adecuada planificación.

Fruto de esta realidad resulta muy interesante profundizar en la interacción de las distintas tareas que conviven durante toda la fase ejecutiva del proyecto.

Por este motivo los conocimientos de un buen proyectista no pueden acabar únicamente en su campo de actuación. Solo aquel que comprenda la totalidad de las acciones requeridas, desde el primer boceto hasta la última capa de pintura podrá anticiparse y resolver con éxito cualquier incidencia habitual en este sector.

En consonancia con esta realidad en Zigurat apostamos por una formación inclusiva. Dando importancia no solo a la temática principal sino al conjunto que como tal será la obra terminada.

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Ejecución de obras de hormigón armado.