Carles Romea
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Primitiva cercha de madera de San Pablo extramuros según Rondelet
Esta evolución continua, y ya en la época bizantina, se estandariza una cercha bien conocida en nuestras latitudes puesto que es conocido como “cuchillo español”. La cubierta a dos aguas, mediante tejas planas requiere para su correcto desagüe por gravedad, fuertes pendientes cercanas a los 33º, con lo cual los empujes horizontales en los apoyos, suelen ser importantes, de ahí que el uso del tirante inferior que permite absorberlos reduciendo la dificultad constructiva en los apoyos.Ejemplo de cercha bizantina en Sta Catalina del Monte Sinai y una cercha española
La revolución industrial, con la construcción de grandes naves para la producción, y el desarrollo de la red ferroviaria, aplicó con profusión la cubrición de grandes luces. Los hangares de los trenes, sus estaciones, los grandes puentes, los depósitos, y un larguísimo etc, fueron un nuevo repertorio de soluciones que, con el desarrollo de la resistencia de materiales, ciencia de los ingenieros, y el conocimiento emanado de la teoría de estructuras, durante el siglo XIX, pusieron al alcance de los constructores soluciones fiables y económicas Dos soluciones, con diversas variantes sobresalen sobre las demás: la cercha Polonceau, y el pórtico articulado en la base, mediante celosías de barras. La viga de madera, se puede armar mediante una mangueta, tornapunta central, y colocar, a modo de tirante una llanta metálica que tensa el conjunto. Con ello, de una manera simple, se consigue aumentar las capacidades estructurales de la viga trabajando a flexión. La mangueta trabaja a compresión, y el tirante metálico a tracción, con lo que su alta capacidad de tensión, le permite ser de pequeña sección, que se traduce en una solución, además ligera. Pero todavía hay más; siendo un elemento simétrico, y regular puede descomponerse en piezas prefabricadas, y por tanto industrializar su producción.Viga armada con mangueta, germen de la viga Polonceau
Por tanto, los nuevos mercados se benefician de estas soluciones, pero inicialmente siguen la tradición romana que, de acuerdo con, la tradición así se construyó la antigua Basílica de San Pedro de Roma.Primitiva basílica de San Pedro de Roma (333d.C), según Laterouilly
El mercat del Born, y el recientemente rehabilitado mercat de Sant Antoni, siguen la cubrición mediante cerchas Polonceau, y en el caso del Born, el modelo romano de tres naves adosadas. Nave central del mercat del Born, con dos naves adosadas laterales. Cubiertas mediante cerchas Polonceau.Nave central del mercat de Sant Antoni, este de nave central única sin laterales, cubierta mediante cerchas Polonceau
Otra solución estructural muy utilizada, es la del pórtico articulado en la base que simplifica la construcción de las cimentaciones que solo reciben esfuerzos axiles.Pórtico de celosía, con apoyos articulados y empotramiento en el encuentro de la cubierta y la cabeza del pilar en el Mercat de la Concepció
Pórtico de celosía, con apoyos articulados y empotramiento en el encuentro de la cubierta y la cabeza del pilar en el Mercat de la Concepció
En el mercat de la Concepció, por su claridad visual, es donde mejor podemos observar el ejemplo de esta solución estructural. Mientras la cara dorsal exterior, con la cubierta a dos aguas, rectas, y la cara exterior de soporte de los cerramientos verticales, las caras interiores siguen un elegante arco que nos retrotrae a las construcciones góticas. La estructura de celosía, sugiere esta tradición, pero nos encontramos de lleno, en las estructuras de barras. La estructura metálica nos permite cubrir grandes luces, con soluciones muy ligeras, y diáfanas que confieren al espacio, una gran claridad.
Variante de la cubrición de tres naves al modo romano, mediante pórticos central y celosías laterales en el Mercat del Ninot
Solución de cubrición con pórtico único central de una sola crujía en el popular Mercat de la Libertad del barrio de Gràcia
Carles Romea