Blog / BIM & Construction Management
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En la concepción de la metodología BIM está muy arraigado el concepto de estandarización; entre otras cosas porque se hace necesario garantizar una fluidez y compatibilidad en los procesos colaborativos de distintos actores que manejan herramientas y procesos de trabajo diversos.
En este sentido, la normalización de esta actividad no se hizo esperar y en el año 2018, la Organización Internacional de Normalización (ISO) comenzó a emitir una serie de documentos que componen la familia de normas ISO 19650:
Este artículo en particular se centra en mencionar los aspectos más relevantes de las dos primeras normas, que ya han sido publicadas en castellano por la Asociación Española de Normalización (UNE), complementados con análisis y algunas buenas prácticas.
Se establecen tres niveles de trabajo bien diferenciados dentro de un equipo de proyecto como se grafica en la Figura 1:
La norma distingue cuatro estadios necesarios para lograr conseguir los objetivos de la organización, es decir la información necesaria para concretar el proyecto relativo al activo en cuestión:
1) Definición de los requisitos de información y necesidades del proyecto. Previo a la elección de las partes contratadas para la ejecución del proyecto, se definen en primera instancia los requisitos de información de la organización u OIR, que comprenden las estrategias y políticas empresariales de alto nivel (dentro de las cuales se encuentra la gestión de activos).
Esto contribuye a establecer los requisitos particulares de cada proyecto o PIR, que comprenden: su alcance y objetivos junto con un plan de trabajo que incluya: el o los responsables del manejo de la información, las normas para su uso, hitos de entregas, métodos de producción, elementos de referencia y recursos compartidos junto con los requisitos y criterios de evaluación para las partes contratadas candidatas a ocupar los equipos de desarrollo.
Para poder definir por completo los términos de la contratación son necesarios requisitos de información a nivel del activo o AIR, es decir, los datos que serán necesarios para la resolución de incidencias durante su ciclo de vida, que a su vez contribuye a generar los requisitos de intercambio de información o EIR, que contiene las obligaciones específicas de cada parte, sus responsabilidades representadas a través de una matriz junto con toda disposición relativa al uso de la información.
La norma destaca dentro de estas disposiciones el establecimiento de un entorno común de datos (CDE) y un protocolo de intercambio de los mismos. A su vez se ocupa de especificar cuatro estadios para la información producida, como se muestra en la Figura 2, desde que comienza a gestarse hasta su publicación y archivo.
De este intercambio de información surge en primera instancia el Modelo de Información del Proyecto o PIM, que, una vez culminadas las etapas de diseño y construcción, contribuye a generar el Modelo de Información del Activo o AIM, herramienta utilizada para la gestión del activo hasta su demolición.
2) Planificación del desarrollo de la información. Todo agente que pretenda integrar los equipos de desarrollo del proyecto, debe establecer un Plan de Ejecución BIM (BEP). Este documento ocupa un eje central en el éxito de cualquier proyecto de construcción, el cual debe contener como mínimo:
a. La estrategia del equipo para cumplir con el PIR y el EIR, establecida a través de las condiciones generales sobre la organización de los equipos de trabajo y desarrollo (contactos clave, estructura organizativa, aptitudes y capacidades de sus miembros). Esta visión también debería abarcar la identificación de los usos BIM* que el equipo entiende necesario implementar para cumplir con los objetivos de la organización, junto con la documentación de los procesos de trabajo mediante mapeado. (*Existe buena cantidad de bibliografía al respecto de la clasificación de los usos BIM. Recomiendo el documento “BIM Project Execution Planning Guide” publicado por la Universidad de Pennsylvania. Puede descargarse de forma gratuita registro mediante).
b. Propuestas sobre métodos, procedimientos y normativa referente a la producción de información. Un ejemplo son las convenciones generales a adoptar para la creación y manejo de los modelos como sistemas de coordenadas y unidades, estándares de modelado (niveles de desarrollo, plantillas, formatos), documentación (nomenclatura, estilos) y entregas.
c. Calendario con la planificación general de los trabajos
d. Definición de roles y responsabilidades de cada miembro del equipo de desarrollo, representada en forma de matriz como muestra la Figura 4.
e. Plan de movilización que incluya la infraestructura necesaria
f. Estrategia de federación del modelo (es decir la segregación de la información por lotes y usos BIM). A esto debe agregarse un análisis de los riesgos* asociados con la entrega en tiempo y forma de la información según los requisitos fijados previamente por la parte contratante. (* ISO ya ha implantado esta práctica como un factor clave dentro del Sistema de Gestión de Calidad de cualquier organización en el documento ISO 9001:2015).
El formato más difundido de representación es en forma de matriz, como muestra el ejemplo de la Figura 4. Es recomendable que incluya una descripción de cada riesgo, sus posibles causas, fase del proyecto en la que puede presentarse, consecuencias, evaluación y plan de contingencia ante la ocurrencia del mismo. Una vez que la parte contratante ha cerrado su vínculo con la parte contratada, debe confirmar su Plan de Ejecución BIM y complementarlo con la siguiente información:
Es recomendable que estos documentos también vayan acompañados de la información básica de la operación (como descripción del trabajo, historial de revisiones, fechas relevantes y datos económicos de la licitación). La norma recomienda que la parte contratada principal también complemente la documentación de cada contratación que realice con la documentación anteriormente descrita, esta vez referida a cada parte contratada.
3) Desarrollo de información. Una vez formalizada la contratación del equipo de desarrollo, éste debe movilizar todos los recursos definidos en la etapa de planificación (humanos, físicos y virtuales) y, pruebas mediante, comenzar con la producción de la información según el Plan de Ejecución BIM, las normas y protocolos presentados. Luego de un control de calidad interno a nivel de tarea y proyecto, se procede a entregar el modelo de información a la parte contratante para su aprobación.
4) Aprobación de la información. Una vez recibido el modelo de información realizado por el equipo de desarrollo, la parte contratada principal debe revisarlo teniendo en cuenta todos los criterios definidos en la etapa de planificación. Si es de recibo, se archiva en el Entorno Común de Datos del proyecto para que las partes interesadas puedan acceder; de no validarlo debe volver al equipo de desarrollo y equipo/s de trabajo según corresponda, para que puedan ser levantadas las no conformidades y continúe el ciclo de retroalimentación del modelo de información.
En Uruguay existe una agrupación denominada BIM Forum Uruguay, que nuclea a la Cámara de la Construcción del Uruguay, la Corporación Nacional para el Desarrollo, diversas instituciones, empresas y organizaciones profesionales, estudiantes y todo actor interesado e involucrado en la metodología BIM. Dentro de sus diversas áreas, existe una que es la de normalización, liderada por el Arq. Sebastián Sanabria, que se dedica específicamente a estandarizar los procesos generando normativa a nivel nacional.
A este respecto, Sebastián fue consultado sobre la situación actual en nuestro país, a lo cual respondió: “Como ya es conocido, BIM es una metodología que pone en el centro de interés la generación de información concisa de un proyecto y el intercambio fluido de ésta entre los diferentes actores. Por su parte, la norma ISO 19650-1 entiende que “la colaboración entre los participantes involucrados en proyectos de construcción y en la gestión de activos es esencial para llevar a cabo el desarrollo y operación de forma eficiente”.
El trabajo colaborativo que se menciona, requiere un nivel mayor de estandarización en los procesos de creación y uso de la información estructurada y no estructurada que el que se ha utilizado normalmente. Este requerimiento surge de la necesidad de hablar un idioma común para que los actores logren comunicarse de forma eficaz y eficiente.
Es ahí donde se abre el espacio para que participen las normas y lineamientos, de modo de que se estandarice las diferentes aristas para la colaboración. Entendiendo esto, es que en Uruguay desde 2017 se viene trabajando progresivamente a nivel institucional, realizando diversas acciones, actividades, difusiones y generando guías claras.
Considerando estas acciones que se han venido realizando, en nuestro país está ocurriendo un fenómeno que puede resultar muy favorable para la industria y que no se ha dado en otras regiones; la inserción de la metodología BIM se está realizando prácticamente a la par de la estandarización y normativa nacional. Por lo tanto, la industria digital en la construcción va a crecer sobre bases sólidas, acelerándose así el pasaje entre los diferentes niveles de madurez BIM.”
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