El papel que tienen los colegios profesionales de ingeniería en la profesión es de vital importancia y lo cierto es que pocas veces lo habíamos visto tan claro. Primero, porque la realidad que vive la profesión es tan cambiante como excepcional. Y, segundo, porque nadie mejor que representantes de diferentes colegios profesionales del ámbito de las infraestructuras puede atestiguar cómo se está afrontando la transformación del sector en términos de formación. Digamos que la mesa redonda virtual que cerró la cuarta edición de INFRA BIM 2020 puso la brújula a lo que fue una radiografía de actualidad BIM en Infraestructuras a nivel estatal.
Las intervenciones de
José Carbonell, Secretario Técnico del Colegio de Agrónomos de Levante,
César Franco, Decano del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid,
Juan Manuel Alameda, Decano del
Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas de Madrid, y
Xavier Font, Decano del
Col·legi d’Enginyers Tècnics d’Obres Públiques de Catalunya, completaron un
status crítico y realista de la profesión. No es nada nuevo saber que la digitalización está trayendo un cambio sensible en la forma de trabajar y que ésta crece de forma exponencial, pero quizá sí el hecho de que los Colegios, más allá de trabajar fervientemente para acompañar ese cambio,
necesitan sí o sí la colaboración de los distintos colectivos. Esto no es solo cosa de los colegios profesionales.
La primera premisa de los colegios: la digitalización no puede dejar a nadie atrás
El salto tecnológico que está habiendo en el ámbito de las infraestructuras es de pértiga y es evidente que sigue en fase de ascenso desmedido. Y, en este sentido, el impacto que tiene sobre los profesionales que no pertenecen a las nuevas generaciones va en consonancia con el peligro que les puede suponer en su carrera. Como Secretario Técnico del Colegio de Agrónomos de Levante,
José Carbonell apuntó que “
con el cambio del código de tecnificación ha habido gente que se ha quedado atrás. A la persona que le coge con cierta edad, lo ve como un punto y final de su carrera”. Esta idea expuesta casa con la de
Xavier Font, Decano del Col·legi d’Enginyers Tècnics d’Obres Públiques de Catalunya, quien subrayó que la transformación digital no está siendo gradual y que el cambio de perfiles que están experimentando en sus colegios va relacionado con la tecnología. En ese caso, los más afectados son
los ingenieros de 35 a 55 años.
Mesa redonda: El papel de los colegios profesionales: presente y futuro de la profesión. INFRA BIM 2020.
Así lo revela una reciente encuesta realizada a varios colegios de Catalunya (agrónomos, industriales, mineros, entre otros), cuyos datos reflejan que esa franja es la más preocupada por la
brecha digital. El estudio, realizado a más de 600 colegiados, también mostró una realidad ya conocida, pero no menos preocupante: que un 85% de los participantes fueron hombres respecto al 15% de mujeres. La inevitable mutación de los perfiles ingenieriles a raíz de la transformación digital es un punto que los Colegios de Ingenieros tienen muy presente a la hora de abordar el cambio de paradigma. “
Antes terminabas una carrera de ingeniería y sabías a lo que te ibas a dedicar, pero este camino ya no está fijado”, destacaba
César Franco, Decano del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid. “
Necesitamos un perfil que vaya cambiando con el mundo”, sentenciaba.
La tecnificación como oportunidad y no como hándicap profesional
El
mercado exige nuevas capacidades y, en este punto, el peso que tiene la formación es total. Uno de los temas que
Agustí Jardí, CEO de Apogea y Director del
Máster Internacional en Ingeniería Civil. Infraestructuras y GIS, planteó como moderador de la mesa redonda, fue la divergencia formativa que puede existir entre universidades y el mercado laboral actual. En este aspecto,
Juan Manuel Alameda, Decano del Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas de Madrid, fue muy tajante: “
Los colegios, desde el punto de vista de la formación, creo que debemos estar para ayudar a las universidades, pero no para suplir sus carencias. Es cierto que hay universidades que están llevando una línea tradicional, pero también hay otras que están introduciendo materias muy importantes para el futuro de los jóvenes”.
INFRA BIM 2019. Pau Farré, CTO de Zigurat Global Institute of Technology, y Juan Manuel Alameda, Decano del Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas de Madrid
En esa línea, la complementariedad entre unos y otros fue otra de las ideas reseñables de cara a cómo los colegios deben enfocarse en términos formativos: “
Los Colegios profesionales tenemos que complementar esa formación de la universidad con otro tipo de formación más pegada a la profesión, al conocimiento que necesitan en el día a día”, comentaba
César Franco. Y es que donde no llegan unos, llegan los otros: “
Hay cosas que no cambian, los profesionales necesitan cobertura de un seguro de responsabilidad civil, necesitan soporte legal a lo largo de su vida profesional, soporte de forma continua para hacer la transición. En cada uno de esos pasos es donde los Colegios deben ofrecer el punto de apoyo al profesional”, añadía el Decano del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid. Con todo, todas estas aportaciones parten de una realidad compleja: la de una
reconversión a la digitalización y nuevos métodos de trabajo que no termina de avanzar al mismo ritmo que la tecnología. Xavier concluye que “
Los colegios tenemos que hacer un esfuerzo para seguir a nuestros compañeros y poderlos acompañar”, mientras que Juan Manuel lanza un mensaje muy claro: “
Es el momento de que los Colegios estemos todos unidos para introducir las nuevas tecnologías y buscar la interrelación con esas universidades”.
Nuestra profesión cambia el mundo, pero no lo sabemos comunicar
De la misma manera que el sector profesional se transforma, la forma de comunicar, también. La cuestión ya no es solo cómo podemos dar a conocer nuestra profesión al mundo, sino también cómo podemos mejorar la forma de comunicarla incluso dentro del colectivo. Desde la visión de los Colegios industriales de Madrid, César Franco fue muy autocrítico: "
No nos lo creemos y no lo comunicamos bien. Tenemos unas profesiones maravillosas, compañeros que están cambiando el mundo, y esto es literal. Tenemos compañeros que trabajan en solucionar problemas de energía limpia, medioambientales, de gestión de recursos, de movilidad, pero no lo sabemos contar. A todos esos jóvenes, tenemos que ser capaces de llegarles y transmitirles la idea de que pueden cambiar el mundo". Otro de los pilares fundamentales para que esta comunicación sea eficaz pasa por la honestidad a la hora de transmitir los valores de la profesión. José Carbonell lo tiene muy claro: "
Nuestra misión es defender a la sociedad, y de ahí derivan todas las demás cuestiones. Hoy estamos hablando de la digitalización de las infraestructuras, pero no porque sea buena para los ingenieros, sino porque es buena para la sociedad. Seamos transparentes y aportemos a la sociedad". La lectura de Xavier Font es más simple, pero no por ello menos cierta: "
yo cuando me levanto por la mañana y abro el grifo para limpiarme la cara, veo ingeniería, voy todo el día viendo ingeniería. Hay que vender que la ingeniería es todo".
Agustí Jardí, Director del Máster Internacional en Ingeniería Civil. Infraestructuras y GIS de Zigurat, en un seminario con Alumnis.
En España, la sensación de que las ingenierías son carreras muy complicadas y mal pagadas está bastante extendida, pero lo cierto es que en nuestro país se están haciendo las cosas muy bien. La influencia de los medios, y por extensión, su criterio a la hora de comunicar, muchas veces no ayuda a revertir esa idea cada vez más estereotipada de la profesión. Juan Manuel Alameda sostiene que "
todo lo que estamos haciendo, las grandes infraestructuras, que además muchas de ellas son de empresas e ingenieros españoles, no sale en los medios". En las noticias sobre construcción antes aparecerá "
si se ha caído un puente en un país". "
Hay medios en nuestro sector que nos criminalizan". Estas palabras van muy alineadas con las de Cesar Franco, quien también cree que tenemos que comunicar mejor a pequeña y mediana escala: "
Tenemos que estar más en el día a día y no solo cuando pasan cosas".
Pero, ¿de qué sirve el Colegio?
Responder a esta pregunta, a priori simple, no es empresa fácil. Aunque ante la gran cuestión, Agustí Jardí, no pudo contenerse y asumió momentáneamente el papel de colegiado para contestar: "
Estamos aquí para dinamizar el colectivo, los contactos, la solidaridad. No somos defensivos y a lo mejor tenemos que ser ofensivos. En mi opinión, cuando hablas de nuestra profesión, la sociedad tiene una percepción equivocada. Como ingeniero, mi familia no sabe ni a lo qué me dedico. Esto empieza por uno mismo, de explicar bien a qué nos dedicamos. Por otra parte, unidos, buscando interrelaciones claras, entre todos, quizá podemos dar una mejor imagen de la ingeniería y nos ayuda a querernos más". Como broche final, José Carbonell le dio la vuelta al asunto, brindándonos una lectura certera y simplificada: "
Si el Colegio le hace sentir orgulloso, nos preguntarán poco qué rédito sacan del Colegio". "
No somos una empresa y tenemos que actuar como lo que somos". Proyectar el compromiso de los Colegios con lo valores de las nuevas generaciones es, desde luego, una parte importante de sus cimientos. El papel de los Colegios va a ser decisivo para el futuro de una profesión que nos hace avanzar como sociedad, y como mundo. Tenemos un gran reto por delante y quizá la gran noticia tras esta suculenta mesa redonda de
INFRA BIM 2020 con diferentes representantes de Colegios profesionales de ingeniería en España es que sabemos cómo lograrlo.
Valga esta reunión, y a la postre, este evento enmarcado en nuestro Máster Internacional en Ingeniería Civil. Infraestructuras y GIS, como prueba fehaciente de que hay acción y de que entidades formativas como Zigurat Global Institute of Technology, contribuyen a dinamizar, valorar y fortalecer la profesión. Sin duda, pronto también habrá reacción.