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La arquitectura es algo que todos experimentamos en nuestra vida cotidiana, pero ¿alguna vez te has preguntado qué se esconde detrás de los edificios que nos rodean?
En este artículo, te llevaremos de viaje a través de la historia de la arquitectura. Exploraremos qué es la arquitectura, cómo ha evolucionado a lo largo de los siglos, los estilos más destacados que han dejado su huella en el mundo y dónde puedes aprender sobre esta apasionante disciplina.
La arquitectura se encuentra en todas partes, desde las majestuosas catedrales góticas hasta los rascacielos modernos que se alzan en el horizonte de las ciudades. Es la disciplina que da forma a los espacios donde vivimos, trabajamos y nos relacionamos. ¿Pero cuál es su definición?
La arquitectura es el arte de diseñar, proyectar y construir edificios teniendo en cuenta aspectos estéticos y funcionales.
La etimología de arquitectura proviene del latín architectūra y del griego antiguo architéctōn, compuesto de archós (jefe) y téctōn (constructor).
La historia de la arquitectura es un viaje fascinante que se remonta a los albores de la civilización. Ya durante el Neolítico, los humanos desarrollaron la arquitectura construyendo viviendas estables y recintos ceremoniales.
A medida que las sociedades crecían, aparecían sistemas arquitectónicos más complejos. Uno de los primeros elementos arquitectónicos documentados son los zigurats, templos escalonados que servían como centros religiosos y administrativos en la antigua Mesopotamia. A estos, les siguen también las majestuosas pirámides del antiguo Egipto.
Más tarde, los griegos y los romanos sentaron las bases de la arquitectura clásica y dejaron un legado que aún se puede admirar en todo el mundo mediterráneo: columnas de proporciones perfectas, acueductos, anfiteatros y arcos de triunfo, entre otros.
Cada período histórico cuenta con su propio estilo arquitectónico, que, a su vez, refleja las corrientes artísticas de la época. En este apartado comentaremos los principales estilos arquitectónicos que han acompañado a la humanidad a lo largo de los siglos.
Con la caída del Imperio Romano, Europa entró en la Edad Media, y la arquitectura religiosa tomó el centro del escenario. Las catedrales góticas, como la Catedral de Chartres en Francia, son ejemplos sobresalientes de este período.
El Renacimiento trajo consigo una vuelta a la estética clásica griega y romana, con una fuerte influencia italiana y un enfoque en la simetría y la proporción. Se encarna en obras como la emblemática Catedral de Florencia de Filipo Brunelleschi.
En el período barroco, que floreció en Europa durante los siglos XVII y XVIII, la arquitectura se volvió más ornamentada y teatral, como se puede apreciar en el Palacio de Versalles en Francia.
En los siglos XVIII y XIX, surgió la arquitectura neoclásica como un movimiento de reacción ante la ornamentación excesiva del barroco y el rococó. Este estilo buscaba recuperar los principios de simplicidad, simetría y proporción que eran característicos de la arquitectura clásica. Un ejemplo notable de este estilo arquitectónico es el Capitolio de los Estados Unidos en Washington, D.C.
La Revolución Industrial cambió radicalmente la forma en que se construían los edificios, con la llegada de la arquitectura de hierro y acero, que permitió la construcción de rascacielos y puentes colgantes. Un ejemplo de este tipo de arquitectura es el Palacio de Cristal de Madrid.
El siglo XX trajo consigo movimientos arquitectónicos revolucionarios como el Modernismo y el Funcionalismo, que priorizaban la funcionalidad y la simplicidad en el diseño. Los arquitectos utilizaron las nuevas técnicas constructivas con hormigón, acero, cristal y madera, siendo algunos de los máximos exponentes Le Corbusier y Frank Lloyd Wright.
La arquitectura contemporánea es un amplio y diverso movimiento que abarca desde finales del siglo XX hasta la actualidad. Uno de los rasgos distintivos es su foco en la sostenibilidad y su capacidad para incorporar nuevas tecnologías y materiales de construcción innovadores. Algunos arquitectos contemporáneos influyentes incluyen a Zaha Hadid, conocida por sus diseños fluidos y orgánicos, y Frank Gehry, famoso por sus estructuras asimétricas.
Si te sientes inspirado por la historia y la diversidad de la arquitectura, puedes considerar estudiar un grado universitario. Posteriormente, podrás especializarte en función de tus inquietudes con másters y estudios de posgrado como los ofrecidos por instituciones de referencia como ZIGURAT Institute of Technology.
Por ejemplo, si te apasiona la tecnología, puede interesarte el Posgrado de Inteligencia Artificial aplicada a la Construcción o el Máster en BIM Management, mientras que si tu principal preocupación es la sostenibilidad, puedes centrarte en el Máster en Construcción Sostenible y Circular o el Posgrado de Construcción en Madera.
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