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¿Cómo serán las infraestructuras del futuro?

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El pasado 5 de octubre se lanzó el primer capítulo de Zigurat Talks, un evento online diseñado para que expertos del ámbito de la construcción, la innovación y las nuevas tecnologías debatan sobre temas de actualidad. En esta ocasión, nos introducimos en el mundo de las infraestructuras del mañana, las Smart Cities. Construir ciudades sostenibles, inclusivas y tecnológicas es uno de los grandes retos de la actualidad. Y con el propósito de conseguirlo, hay quienes han optado por plantear proyectos desde cero en territorios como Arabia Saudita, Estados Unidos o Malasia. Sin embargo, más allá de la dimensión geográfica, estas metrópolis futuristas se han anunciado como propuestas innovadoras capaces de responder a las problemáticas actuales relacionadas con la producción de energía, la movilidad y el uso y consumo del agua.Revive el eventoDurante el evento, los expertos invitados que debatieron sobre estos tres temas transversales fueron Isabel Gutierrez, directora del Máster Internacional BIM Management en Ingeniería Civil y GIS, Guillermo Corral, profesor del Master's in Global Smart City Management, y Fernando Fernández Alonso, responsable de Sostenibilidad Urbana de Typsa y miembro de la Comisión de Edificación de TECNIBERIA. A pesar de que la energía solar suele considerarse la fuente de producción que tendrá un mayor crecimiento en los próximos años, los ponentes consideran que debe haber alternativas, ya que la energía solar también presenta retos importantes. Según Isabel Gutierrez, la superficie necesaria para instalar suficientes placas solares o plantas de hidrógeno capaces de suministrar al 100% estas ciudades sería superior a la superficie misma de la ciudad. En ese sentido, lo más importante, según Fernando Fernández, es ir más allá de la captación de la energía y contemplar el sistema completo para conseguir la mejor eficiencia energética. En sintonía con esto último, Guillermo Corral señaló la importancia de consumir menos y pensar en la producción de energía a partir de las fuentes hidráulicas. Además, tanto las ciudades como los edificios tienen que pasar de ser consumidores a productores de energía, señala el experto.  En definitiva, las conclusiones apuntan a que la fuente de energía idónea será aquella que mejor se adapte a las condiciones de cada ciudad. Para ello resulta fundamental democratizar la tecnología y que los sistemas que integran la ciudad también sean una fuente de energía.Aunque actualmente el sistema de transporte representa aproximadamente el 75% de las emisiones de CO2 por año, la visión de los ponentes es muy positiva. Así se demostró con el análisis de la pregunta que lanzamos al público. Aunque el público tenía cuatro alternativas para responder a la pregunta sobre cómo se garantizará una movilidad sostenible a largo plazo, los ponentes coincidían en que todas las opciones podían convivir sin inconvenientesPara Guillermo, las formas de movilidad están dadas por el espacio público en sí mismo. Es decir, la forma urbana también condiciona las elecciones en términos de movilidad. Fernando coincide con Guillermo, pero añade tres aspectos fundamentales. En primer lugar señala la importancia de elegir un transporte que sea de bajas emisiones con combustible ecológico. Y, adicionalmente, afirma la importancia de que este transporte sea de bajo impacto a nivel territorial y que se logre reducir la demanda de movimientos. Por último, concluye en la importancia de reducir la velocidad: contemplar la movilidad de los peatones como una prioridad, antes que los trenes de alta velocidad.  Isabel, por su parte,  confirmó que muchas de las nuevas propuestas no están contemplando la problemática de la contaminación ni tampoco tienen en cuenta que las ciudades son cada vez más horizontales. En su opinión, la solución debería ser priorizar y garantizar un transporte público de calidad, antes de priorizar la movilidad de los drones. Aunque parece una obviedad, el agua por su naturaleza finita aparece como un elemento con mucho más valor que el petróleo o los datos. Así mismo lo demuestra el marco conflictivo en que se inscribe este elemento, como indica Fernando en su respuesta. La solución, según este experto, radica en la reducción del consumo de agua dulce.  Isabel, por su parte, coincide con la postura de Fernando y señala la importancia de que la población en sí misma sea consciente de la importancia de cuidar este recurso. Soluciones como la desalinización, en palabras de la ingeniera, implica un alto consumo de energía que resulta contraproducente.Guillermo aporta una conclusión válida para el tema del agua pero también para todos los puntos anteriores. La tecnología ocupa sin lugar a dudas un lugar importante en el avance de las ciudades del futuro, sin embargo no basta por sí sola. Resulta fundamental ponerle “mucha inteligencia humana” a esas nuevas tecnologías ya sea para el agua, la movilidad o las energía renovables.Las conclusiones generales apuntan al reciclaje y la reutilización de los recursos como mejor vía para garantizar la sostenibilidad de las ciudades del mañana. Y esto es válido tanto para la gestión del ciclo del agua como para la energía o la movilidad sostenible. La tecnología aparece como un elemento interesante siempre y cuando se utilice en pro de estas técnicas de reutilización.  Desde Zigurat creemos, además, que este espacio es una oportunidad valiosa para debatir sobre temas de actualidad. En este caso, sobre los nuevos modelos de ciudad que se están proponiendo para afrontar las problemáticas actuales. La participación de los miembros de nuestro Faculty Board es clave para dar a conocer la experticia de aquellas personas que guían a la comunidad alumni durante el proceso formativo.